Cuenta con gran tradición. El día más importante es el Viernes Santo, fecha en la que se celebran 3 grandes procesiones. La primera, a las 9 de la mañana, llamada “La del Perdón”; la del Santo Entierro, a las 18 horas y la última y la más emotiva, la de la Virgen de la Soledad, a las 21 horas.
Último fin de semana de abril. Programa de actividades y actuaciones a cargo de varios grupos de folk y pasacalles con grupos de música tradicional gallega. Incluye también un Concurso de Cantos de Taberna.
Segundo domingo de mayo. A punto de cumplir los treinta años de existencia y declarada fiesta de interés turístico de Galicia, tiene como finalidad la exaltación de la repostería tradicional melidense. Los expositores se concentran en la plaza del Convento y la celebración se completa con música y otras actividades lúdicas.
Melide honra el 13 de junio a San Antonio de Padua. De la profunda y tradicional devoción al santo casamentero da cuenta la ubicación de su capilla, que forma parte del pazo de la Obra Pía de Santo Antón y se erige en pleno centro de la villa, en la plaza del Convento. Se trata de la única iglesia en Galicia que combina piezas del barroco con elementos de la arquitectura precolombina y su portada se le atribuye a Domingo de Andrade, el arquitecto gallego más famoso de la época.
29 de junio. Festivo local, no en vano San Pedro es el patrón de Melide. Se le festeja, entre otros actos, con procesión y la entrega de la Medalla de Oro del municipio.
16 de julio. La tradición manda que el día del Carmen los melidenses suban hasta la zona del Castelo, el punto más alto de la villa, para acercarse a la Capela do Carme a honrar a la Virgen. Si es descalzos, mejor.
Mediados de agosto. Son las grandes fiestas de la localidad. Es verano, los emigrantes vuelven a casa de vacaciones y Melide tira la casa por la ventana con un cartel en el que nunca faltan las mejores orquestas gallegas, grupos conocidos y bandas de música. Se celebra también un mercado medieval.
Segundo domingo de septiembre. Dedicada al vino, peñas de jóvenes toman el casco histórico mientras charangas y agrupaciones musicales amenizan la jornada. Es tradición comer pimientos con cachelos y sardinas en la Praza de Coles.
